POR ARTE DE MAGIA
- Javier Figuero
- 5 oct 2016
- 1 Min. de lectura
Clavado está en la corteza el corazón de nogal. Llora por el día, por la noche reza, detrás del cristal.
Los trinos de los jilgueros son de coral. Se refleja el eco entre los majuelos, ¡qué felicidad!
Es luego que gotas de sangre hollan el pañuelo:
"Yo no soy el nombre de tus labios grana, yo no soy el llanto de tu desconsuelo, mas cuando me besa, tu boca, princesa, sé que soy eterno".
Cuando silenciaba en la razón nostalgia, por arte de magia noto tu presencia, y a los ojos pongo protección refleja con el gesto herido contra tu inocencia, con el gesto herido por tu voz mimosa que al amar revelas.
Mas al concluir el tiempo de azar, el tiempo impensado que cierne el misterio, le llamo asustado.
Y viene el enano que apaga las velas de este bosque alado.
© Javier Figuero
Foto: Madalina Iordache-Levay
Comentarios