YO APÁTRIDA

Influenciado por la duda, esta noche he dormido mal. Me preguntaba: “¿Vivo en un “estado autoritario”, como califica Guardiola al mío, el español?.. ¿Ha “secuestrado” este Estado, el mío, “la voz de la democracia”?.. ¿Elabora la policía “pruebas falsas contra los gobernantes catalanes”?..

Si lo que dice el conocido intelectual del balón es cierto, yo tampoco quiero formar parte de este Estado. De hecho, yo he abogado siempre, y por escrito, por un estado laico y republicano con profundas diferencias con el actual, pero acepto el que se dio en su día el pueblo español, en tanto no sea el mismo el que cambie su orientación, lo que me gustaría. Me parece que a esto se le llama “democracia”.

Diré que es urgente resolver las dudas, sobre todo en beneficio de mi propio descanso. Pero, ¿cómo hacerlo?.. ¿Tiene el Estado español tribunales capaces de decidir el carácter de las afirmaciones de cualquier lenguaraz, de diferenciar las suyas entre libertad de expresión e inmoralidad, entre verdades e insultos?.. En caso de que, teniéndolos, se catalogaran como esto, ¿tendría responsabilidades el vociferante?.. ¿Las tendría otra persona si se acordara de los referentes del tipo, amparado en el noble arte que practica de la descalificación.

Y, por fin, si hay gratuidad responsable en afirmaciones como estas, y los representantes del Estado español, deciden seguir encogiendo los hombros, insistir en que yo tampoco quiero seguir formando parte del mismo. Siempre vi en la palabra “apátrida” un componente romántico, altamente tentador.

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