LA PELIRROJA Y EL LOBO
- Javier Figuero
- 3 feb 2018
- 1 Min. de lectura
Cuentas que, si te sigo,
es por robarte las joyas,
maledicencia que apoyas
con tu ceño por testigo.
Mas nada quiero de ti
que no sea el corazón,
el celo, la sinrazón
que guardo dentro de mí.
El aire que desalojas
está abrasando mi pecho.
Lobo que estoy al acecho
de tus ondas pelirrojas.
Tu pelo me ha arrebatado,
me han aturdido tus pecas.
Cuando yo peco, tú pecas;
te mojo, si estoy mojado.
Dices que si te persigo
es por quitarte el dinero.
Desprecias al caballero
que el lobo lleva consigo.
Yo solo quiero de ti
tu vientre en el que posar
mariposas que, al pasar,
vienen a anidar en mí.
El rojo de tu carmín
ha erizado mi pelaje.
Tus labios son el brebaje
y tu tráquea mi festín.
Sueño con tenerte a solas,
rendidos en la lobera,
pasearnos por la vera
y esnifar las amapolas.
Refieres que, si te hostigo,
es por rapiñar tu cesta.
Pero no olfateo esta,
es el olor de tu ombligo.
Yo solo quiero de ti
el bosque de tu entrepierna,
su aullido, que te hará eterna,
sentído dentro de mí.
© javierfiguero.com
facebook.com/javier.figuero.autor/
Foto: © teomoreno.com
facebook.com/teodosio.moreno.fotografo/

Comments