DISPUTAS CONYUGALES

-- Querida...

-- Amor...

-- ¿Todo bien, cielo?..

-- ¡Puafff!..

-- ¿Pasa algo?..

-- Que me gustaría tenerte conmigo”.

-- ¡Cielo!.. Dime, ¿qué haces, amor?..

-- Punto... ¡Qué voy a hacer, tonto! Tu jersey. ¡Lo sabes de sobra!..

-- Me gusta oírtelo decir. Me gusta saber que solo estás pendiente de mí...

-- Bueno, mi amor, eso sí que no... ¡También veo la televisión!..

-- ¡Eso no cuenta!.. ¿Y qué dan ahora, cariño?..

-- ¡Tonto!.. Lo sabes, veo tu serie favorita.

-- ¿A que no te has acordado de grabarme el capítulo?..

-- ¿Tú qué crees?..

-- No sé, cielo... ¡Te imagino tan ensimismada con el punto!

-- Lo estoy.

-- ¿Por dónde vas?..

-- Por la sisa.

-- Te adoro.

-- ¡Tonto!..

-- Pero no quiero que sigas mucho rato... De verdad, cielo, que luego te duele la columna...

-- Lo dejaré cuando vengas.

-- No, no, amor... Iba a decirte que llegaré tarde.

-- ¿Tarde?..

-- Nos falta un buen rato.

-- Pero, amor...

-- ¡Qué quieres, hay varios temas por discutir.

-- ¡Pensaba hacer arroz!..

-- ¡Si fuera por mí!.. ¡Sabes lo que me gusta el arroz!..

-- ¿Por quién entonces?... Anda, cariño, diles que está bien por hoy.

-- Te lo juro, cielo, no puedo.

-- Si puedes.

-- No puedo.

-- Sí, sí puedes.

-- No, querida, me es imposible.

-- Pues no me sienta bien.

-- ¡Mi vida!..

-- ¡Lo mismo de cada día. Tu fuera de casa y yo sola como un hongo.

-- No me digas eso, vida, que me destrozas.

-- Sí, lo digo, lo digo… Estoy hasta las narices, te lo advierto.

-- No seas así, amor.

-- Ahora mismo dejo el jersey…

-- ¡Mujer!..

-- Sí, lo dejo, lo dejo. Aunque se suelte la sisa...

-- Está bien. ¿Sabes lo qué te digo?.. Que hagas lo que te de la gana”.

-- Me da la gana que vengas ahora mismo.

-- Mi amor, sabes que eso es imposible.

-- No lo es.

-- Lo es. No es solo mi opinión la que cuenta...

-- Pues que se enteren de la que vale. ¡Es hora de que lo entiendan…

-- Tú también tendrías que entender algunas cosas...

-- Ah, ¡si?.. ¿Qué tendría que entender yo?..

-- Olvídalo, amor. Era una tontería...

-- Tendría que entender quién lleva los pantalones en casa, ¿no?.. Eso era lo que querías decir... Anda, dilo, dilo...

-- No seas tonta... Sabes muy bien que yo jamás te diría una cosa así.

-- Pero lo piensas, lo piensas.

-- No lo pienso.

-- Sí, sí lo piensas... ¡Ves, me has hecho llorar!..

-- Pero, amor... No hay ninguna razón...

-- La hay... Anda, reconoce que era eso lo que ibas a decir...

-- Que no, cielo, que no... Te pido que me creas.

-- Pues entonces, di, ¿qué era?..

-- Está bien, querida. Deseaba únicamente recordarte que soy el presidente del Gobierno de este país y que el consejo de ministros discute hoy el nuevo plan de modernización de infraestructuras viales. Nos ocupará más tiempo del que pensaba. Sólo eso, cielo. Sólo eso...

© Javier Figuero

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