ALUMBRAMIENTO

Acurrucada en una esquina de la patera,

entre un nido de garrapatas

y una merluza de agua dulce,

la negra parió un niño amarillo

con los ojos azules,

los pies planos,

cabellos pelirrojos,

nariz aguileña,

voz de mezzosoprano

y unos grandes cojones,

convenientemente destacados en el

selfie distribuido por la parturienta

desde Instagram,

enseguida viral en el orbe.

Para celebrar el alumbramiento,

anticipado en su día por un

rapero tartamudo del primer mundo,

se organizaron procesiones a pie

a través de los mares

y se construyeron edificios con campanas

para que se pregonara la buena nueva,

mientras fariseos de toda laya anunciaban

la manipulación del documento gráfico

en Photoshop.

Tildados de herejes

por un grupo de sacerdotes travestidos,

los reyes de la baraja conmemoraron el natalicio

con un sorteo especial de la Lotería Nacional.

© Javier Figuero

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Foto: © teomoreno.com

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