NO ME LEAS SIN SABER MATEMÁTICAS
- Javier Figuero
- 4 ene 2020
- 3 Min. de lectura
No, no lo hagas, las Matemáticas son un instrumento fundamental para el análisis de la vida española actual, de su realidad política. Al margen del número de votos y escaños arrojados entre los partidos como orgullo o humillación, vean algunas palabras o expresiones utilizadas por sus señorías en el reciente debate de investidura: “geometría variable”, “federalismo asimétrico”, “número de mesas de diálogo”, “nueva fiscalidad”, “bilateralidad”, “intensidad variable de reformas”, “cantidades robadas”, “matemáticas parlamentarias”, “número de países que hay en España” “número de legitimidades”, “aritméticas variables”, “exigua diferencia de votos (fallo de la Junta electoral Central)” “número de soberanías”, “conjunto de la ciudadanía española /catalana” (teoría de los conjuntos del Álgebra)…
Matemáticas, del griego (conocimiento), es un lenguaje que relaciona entidades abstractas (números, geometrías, símbolos…) en un razonamiento lógico a partir de axiomas o proposiciones, “la ciencia del orden y la medida”, que dijo Descartes. Como los de la Medicina o la Geología, fenómenos de carácter social y político pueden ser estudiados mediante la aplicación de ecuaciones diferenciales, cálculo de probabilidades o teoría de conjunto. Recordaré que las implicaciones entre la teoría socio-política y la matemático-económica (1944) de Von Neumann y Morgenstern ofrecieron los métodos negociadores de paz entre Israel y Egipto en Camp David, con lo que no a nadie extrañaría que las hubieran utilizado en las suyas Pedro Sánchez y Pablo Iglesias o Adriana Lastra y Rufián. Lo que no nos tranquiliza por completo, pues en 1951 el Teorema de Imposibilidad de Arrow venía a decir que “la democracia es imposible”, que lo era construir un perfil de preferencias de un grupo a partir de los que ofrecen los individuos para satisfacer propiedades de racionalidad colectiva. Hoy las aplicaciones matemáticas en la política refieren al Análisis de Decisiones, Teoría de Juegos, el Análisis de Negociaciones o Teoría de Votaciones.
Las matemáticas son herramienta esencial en numerosos campos del conocimiento y su contraposición en el mundo heleno eran las llamadas artes de las Musas o de la inspiración. Confieso que con los años son estas las que monopolizan buena parte de mi atención, y, aunque, con la espalda vuelta casi al completo a las ciencias productivas, no he perdido una original fascinación por las Matemáticas, a las que, como Bertrand Russell, encuentro “cierta belleza suprema, fría y austera como la de una escultura” y, a la que, como otros tantos pensadores, considero una parte de la Filosofía y, como tal, deja atrás problemas con los que tropieza la razón. Fíjense en este, por ejemplo, tan difícil de resolver como la existencia de Dios y que enuncio con palabras del diputado Rufián en uno de los descansos del Debate de Investidura: “Estamos ante la undécima versión de Sánchez. Veremos si es la buena”.
En fin, le recordaría al independentista que la solución de cualquiera de los siete problemas matemáticos fundamentales sin resolver recogidos en la lista Problemas del Milenio (año 2000) sería recompensada con 1 millón de dólares. Ahora son 8 y Rufián podía sacar tajada si alcanza a resolver el suyo. En todo caso, ya te digo: “No leas este artículo sin saber Matemáticas”. Platón, que era más listo que Sánchez, Rufián, incluso que yo mismo, lo escribió en el frontispicio de su Akademeia ateniense: que nadie entrara allí sin saber Geometría (campo a que se limitaba entonces la disciplina). El sabio preparaba en ella servidores para el Estado bajo el método dialéctico de su República, equiparando la importancia de la disciplina con las de las artes inspiradas por las Musas. “Diálogos”, ¿os suena?... La superación del problema independentista está, por fin, a nuestro alcance.
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